lunes, 5 de septiembre de 2011

El discreto encanto de Almudena Grandes

Me está bien empleado por meterme donde no me llaman.

Esta mañana tuve la genial idea de ojear el periódico que, abandonado en la barra del bar, imploraba la clemencia de algún lector bienintencionado que le eligiera a él en lugar de los gratuitos que lo inundan todo con su griterío. Y, además, era "El País": curiosidad más morbo: mezcla explosiva y poco aconsejable. La contraportada de la edición de hoy la encabezaba la foto de la sinpar Almudena Grandes que recogía en un título llamativo, Dinosaurio, su reflexión del lunes.

Sí, la culpa es mía, a nadie se la endoso. 

La pobre Almu no sale de su asombro ante lo vivido el mes de agosto: "agresividad ultracatólica,  ...brutalidad policial,  ...pasteleo parlamentario". Las salvajes hordas vaticanas y los intentos de resucitar la Restauración, que queda elegantemente descrita como "clima de un Parlamento podrido donde todos los principios estaban en venta, la hipócrita alternancia bipartidista que apenas cubría sus vergüenzas con ardientes discursos y gestos para la galería", no son más que lamentos de despecho ante el descubrimiento tardío de la inanidad del amado, ("Zapatero no tiene ni el talento, ni la capacidad, ni el coraje de Negrín"), por cuyo engrandecimiento tanto luchó en su día. Como una loba herida, reparte dentelladas a diestro y siniestro ("esas bandas terroristas conocidas como mercados y agencias de calificación") dejando en tristes mantillas la descripción que hizo Juan Goytisolo en su novela "Fiestas" del Congreso Eucarístico de Barcelona de 1952

Nunca mais

1 comentario:

Mario dijo...

No sé si todos los añorantes de la paradisiaca 2ª República han analizado los acontecimientos que sucucedieron en España desde la Restauración hasta el estallido de la Guerra Civil; no sé si se dan cuenta que todos y cada uno de los pasos que dieron las izquierdas y los nacionalistas en esos años se han repetido de manera acelerada durante las dos legislaturas de Zapatero; no sé si la derecha se dan cuenta de que ha caído en los mismos errores que antaño; no sé si alguien lee Historia sin manipulaciones; no sé si a alguien le importa lo mas mínimo a donde condujo todo aquello y si podría repetirse ... Lo que si sé es que la ignorancia del que se cree intelectualmente formado (e informado) y moralmente superior, no siente la necesidd de analizar hacia donde conducen sus acciones, simplemente son buenas por estar del lado de la luz.
Sólo lamento que cuando la tormenta se cierre la lluvia nos va a caer a todos, y eso si que es "injusticia social".